A menudo escuchamos preguntar si ¿pueden los veganos beber café? o si ¿El café es vegano? ¿Pueden los veganos beber café negro?, ¿Qué ponen los veganos en su café?, ¿Pueden los veganos beber crema de café? ¿Pueden los veganos crudos beber café? ¿Qué es el café ético? ¿Pueden los veganos beber café negro?
De modo que hemos querido entrar a solventar y aclarar una duda que no por sencilla de contestar se puede matizar. En realidad la respuesta más rápida es que el café es vegano.
Es una fruta -sí, has oído bien- cultivada, recogida, secada y tostada sin que haya ninguna relación con orígenes del mundo animal. Por tanto, pedir su café negro es la única forma, y la más fácil de asegurarse de que sea vegano.
Pero… ¿y el café con leche?
Otra cosa es que si mezclamos el café con otros productos, hay que ver si el resultado es 100% vegano. El ejemplo más claro es el café con leche, que si es leche de animal (vaca, cabra, etc…) entonces no será vegano.
Si se opta por leches vegetales como la soja o de almendra, si que el café con leche será completamente vegano.
Aún así, si queremos extender el concepto de veganismo no solo al producto, si no al respecto al medio ambiente y a la explotación de animales en la recolección o transformación del grano del café, entonces si que debemos leer la letra pequeña y atender a principios defendidos en el café de especialidad.
Y qué es el café de especialidad
Los cafés de especialidad son un tipo de café que podemos definir como ético y de alta calidad. En todas las fases del proceso se respeta la parte «artesana», que equivale a cultivarse sin usarse fertilizantes químicos, a recogerse a mano sin usar elementos mecanizados, a conocer la finca y el lote, a no mezclarse con granos de café de menor calidad, a tostar y moler buscando optimizar el sabor y en condiciones óptimas, y a servirse por baristas que consiguen mantener el nivel hasta que acaba en tu taza.
Café con leches vegetales
Si queremos hacer un cortado o un café con leche vegana podemos recurrir a diferentes leches como la leche de avena con un sabor cremoso a trigo, la leche de almendras, la de soja -quizá algo más neutra de sabor, la de coco que es un de las más espumosas y con un tono muy característico; o de la de arroz que apenas introduce sabor ni espuma.
Por otro lado, si somos de emplear cremas en polvo, la mayoría de ellas no son veganas, por lo que hay que leer bien las etiquetas para cerciorarnos de que están hechas con leche vegetal en lugar de leche de vaca. Incluso aquellas que vienen referidas como no lácteas pueden tener caseína, que se obtiene de la leche.
Del mismo modo en algunas etiquetas aparece la mención a la contaminación cruzada que puede ocurrir durante su elaboración. La mención aparece como “puede contener trazas de leche”, lo que equivale a que en esa fábrica o con esa maquinaria, se han elaborado productos lácteos.